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facultades de la sensibilidad, es sublime en las cosas; y el mérito del estilo consiste en no debilitar el efecto que ellas solas producirian. En él reyna la nobleza, la dignidad y magestad: su fuerza es irresistible, las expresiones graves y sonoras; y á manera de un torrente estrepitoso hiere y asombra. Exâltar fuertes pasiones, pintar grandes caractéres, desenvolver grandes causas, celebrar acciones extraordinarias... he aquí el empleo del sublime. Será sublime la expresion quando corresponda á la elevacion del pensamiento aun quando sea sencilla, como en este exemplo: Fiat lux, et facta est lux. Propiamente hablando no hay estilo sublime; el objeto es quien debe serlo. Palabras pomposas y pequeñas ideas son hinchazon. Algunas veces consiste en la tranquilidad en medio de los peligros.

"Si fractus illabatur orbis, Impavidum ferient ruinae.”

Otras veces en el silencio y en la accion. Por el silencio responde Dido á Eneas en los infiernos:

"Illa solo fixos oculos aversa tenebat,

Nec magis incoepto vultum sermone movetur, Quam si dura silex, aut st et Marpesia cautes.»

Esta es la expresion mas elocuente y sublime.

ESTILO TEMPLADO, MEDIO Ó ADORNADO.

El estilo templado es medio entre el llano y el sublime; tiene mas fuerza y elevacion que el primero, y menos que este último. Saca del sublime la nobleza de los pensamientos y la vivacidad de las imágenes : del sencillo la dulzura y naturalidad. Admite adornos, y pinta las ideas risueñas y agradables, las pasiones moderadas, la amistad, la compasion, la tristeza, el dolor, el amor, quando gime en la elegía, ó canta su molicie y placeres: Is erit igitur eloquens, qui poterit parva summisse, modica temperate, magna graviter dicere. (Cic. Orat.)

Modos accidentales del estilo.

Los modos accidentales del estilo son variables del mismo modo que los giros y movimientos, el tono que le da el asunto el carácter que le imprime el pensamiento y la

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pasion; el que producen las costumbres, la situacion ó la intencion del que habla ó escribe. De aquí el estilo gracioso, dulce, delicado, enérgico, grave, vivo, vehemente, difuso, comun, afectado, natural.

El estilo gracioso consiste en la naturalidad, flexibilidad, variedad en los pensamientos, y en el tránsito natural de uno á

otro.

El dulce y armonioso son independientes del pensamiento, y pertenecen al mecanismo de la lengua. La locucion recibe del pensamiento los movimientos y giros.

El delicado anuncia en el alma una sensibilidad tímida; pero que al mismo tiempo maneja la de otros.

El enérgico consiste en cerrar en pocas palabras el sentimiento ó el pensamiento, para expresarle con mas fuerza, y darle mas

resorte.

La energía muchas veces depende de la fuerza que la imaginacion comunica á la idea.

» Animum rege, qui nisi paret, Imperat: hunc fraenis, hunc tu compesce

catena.

Hor.

Otras veces resulta del contraste de las ideas. Nada hiere mas que una expresion sencilla quando en pocas palabras reune los extremos opuestos, v. g.

»Et campos ubi Troya fuit."

"Y los campos dexé donde fué Troya.

Esta sola palabra Troya, como observa de Lille, trae á la memoria la capital del Asia, su opulencia, su poder, su largo asedio, su pertinaz resistencia, y la patria de los héroes y de los dioses.

Es una regla importante en poesía no decir lo que puede suplir la imaginacion: quitarle este trabajo es quitarle un placer ; y se puede asegurar que en este caso la poesía se enriquece de todo lo que calla el poeta. ¡Qué ideas de elevacion y de miseria envuelven estas pocas palabras! (Id.)

Son siempre mas enérgicas las palabras que reunen mas ideas y sentimientos. En general la energía del estilo supone por una parte el resorte del pensamiento, por otra la eleccion de términos y giros los mas vivos.

La gravedad del estilo es la manera con que habla un hombre profundamente ocupado en negocios árduos y de la última im

portancia le repugna todo lo que aparenta ayre de recreo, de disipacion ó de esmero en embellecer su lenguage. Pintar como se explicarse como se siente, con los ménos términos y mayor fuerza posibles... tal es el estilo austero y grave que brilla solamente con su belleza.

ve,

La vehemencia depende ménos de la fuerza de los términos, que del giro y movimiento impetuoso de la expresion. Ella es el impulso que el estilo recibe de los sentimientos que nacen de tropel y se estrechan en el alma. La celeridad de las ideas que se escapan como los rayos de la luz, comunicada á la expresion, constituye la vivacidad del estilo su facilidad en sucederse aun sin velocidad, imitada por el estilo, caracteriza su volubilidad. Todas estas propiedades reunidas componen la vehemencia quando es animada y alimentada por el calor del sentimiento.

El estilo difuso desenvuelve completamente los pensamientos, y los coloca baxo diferentes aspectos. Son sus compañeras la magnificencia y la amplificacion.

Es muy familiar ó comun quando es inferior al asunto, ó no tiene todo el arte que anuncia el género de la obra: forzado ó afec

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